No sabía que un monitor podía cambiarme la vida

Creo en la idea de internet como un lugar generoso donde poder compartir y utilizar lo que otros han compartido antes. Creo en el poder del código libre pues, al fin y al cabo, este humilde blog que ahora cumple 20 años usa una tecnología de código abierto como es WordPress.

Por eso me gusta mucho cuando Matt Mullenweg, el creador de WordPress, comparte ideas y aprendizajes acerca de la tecnología que usa, incluso también de la que emplea para hacer videollamadas con todos sus equipos esparcidos por el mundo.

Cervicales reblandecidas

Deberíamos renunciar al algoritmo que nos ha reblandecido las cervicales y el cerebro. Dejar de usar las redes para entretenernos con la deriva y el espectáculo de la indignación. Entrenar la navegación consciente y deliberada. Recordar los lugares que nos sirvieron en un pasado y agradecérselo regresando. Apuntar los nombres de quienes admiramos por cómo escriben, analizan, fotografían, reportean o hacen streaming y seguirlos a lo largo de los años allá donde estén. Descubrir voces nuevas. Hacer caso a sus recomendaciones. Cuidar de nuestros marcadores como de un jardín. Tener podcasts y boletines favoritos. Ver qué se dice fuera. Pensar, en suma, a qué es importante dedicar los siguientes minutos: ¿quizá a entender cómo ha cambiado en las últimas décadas el mapa de Israel y Palestina?

Navegar mejor, por Delia Rodríguez.

Cómo moverse de Twitter a Mastodon

Después de mi anterior artículo me ha escrito más de un lector preguntando cómo funciona Mastodon y si realmente merece la pena, así que voy escribo este artículo explicando todo lo posible las similitudes, diferencias y cómo pasar de una plataforma a otra.

Qué es Mastodon y qué lo diferencia de Twitter

Mastodon, igual que Twitter, es una red social de microblogging, en la cual cada persona registrada puede publicar contenido. En Mastodon, a diferencia de Twitter, cada mensaje puede tener hasta 500 caracteres y, como en Twitter, también se admiten fotos, vídeos y encuestas.

Una diferencia con Twitter es el origen: la empresa que está detrás de Mastodon es la alemana Mastodon GmbH, una organización sin ánimo de lucro que se financia sobre todo con un Patreon en el que la gente puede colaborar pagando una cuota mensual a cambio de ciertas recompensas. De hecho Mastodon es una de las principales oportunidades europeas para ponerse a la vanguardia en el mundo digital.

A diferencia de Twitter, Mastodon está descentralizado. Esto significa que los datos de los usuarios no están en una única base de datos de una empresa, sino que cualquiera puede abrir un servidor (instancia) y conectarse a la red. Esto es posible gracias a que Mastodon es de código abierto.

La idea de las instancias nació para crear servidores temáticos para aficionados a temas específicos. Además, cada instancia puede tener sus propias normas (por ejemplo a la hora de permitir cierto tipo de contenido). Obviamente la gente que escriba desde una instancia publica para toda la red, solo que algunas funciones son exclusivas para personas de tu misma instancia. Por ejemplo, cuando ves los seguidores de una persona solo te aparecerán los que sean de tu misma instancia.

Independientemente de tu instancia, además de poder entrar por la web hay aplicaciones para iOS (la oficial pero también otras recomendables como Metatext) Android, Mac y demás sistemas operativos) que funcionan exactamente igual a la de Twitter.

¿Qué instancia elegir?

Los desarrolladores iniciales de Mastodon crearon instancias como Mastodon.social o Mastodon.online donde cualquiera se puede seguir registrando a día de hoy y es ideal si no te quieres complicar demasiado. Hay otras como Masto.es, Mastodon.gal o Nobigtech.es.

Insisto: independientemente de la instancia en la que te registres verás los mensajes de las personas a las que sigas. Por ejemplo, a la hora de buscar un usuario, la búsqueda se lleva a cabo entre todas las instancias, por lo que tampoco hay problema para encontrar a alguien que esté registrado en otra instancia.

Los usuarios, a diferencia de Twitter, son un poco más largos porque incluyen la instancia. Por ejemplo, en mi caso soy @juanmilleiro@mastodon.online.

Cómo migrar de Twitter a Mastodon

Debido al enorme éxodo que Twitter está teniendo estos días mucha gente se está planteando el éxodo a Mastodon. La sensación ahora mismo en Mastodon es la de Twitter en 2009.

Hay algunos servicios online que permiten cruzar la cuenta de Twitter con la de Mastodon y ver qué personas están en ambas redes sociales. Una de ellas es Fedifinder: permite autenticarse con Twitter y con Mastodon y, tras dar permisos, buscar a qué gente de la que seguimos o nos siguen en Twitter están en Mastodon. También hay otras como Twitodon que permiten algo similar, exportando un archivo .CSV que luego permite importarse desde Mastodon.

Conclusión

Estoy seguro que irán saliendo desarrollos que hagan más fácil la migración a Mastodon; sin duda alguna ahora mismo es lo más cercano a Twitter que uno puede conseguir y es altamente probable que se lleve una buena parte del pastel tras el desastre en el que están convirtiendo Twitter. Si te animas a dar el paso puedes registrarte en una de las instancias de Mastodon. No te olvides seguirme en mi perfil en Mastodon.

16 años después

Soy usuario de Twitter desde diciembre de 2006, lo cual me hace conocedor de todos los vaivenes posibles en su gestión. Creo que Twitter ha sido un lugar imprescindible para la actualidad de última hora, el debate y ciertos seguimientos de sucesos en tiempo real.

Desde hace unas semanas la compañía es propiedad del multimillonario Elon Musk. Ahora está en sus manos afrontar los problemas que la plataforma sufre desde hace tiempo. Entre sus primeras decisiones está dar prioridad y visibilidad a la gente que pague una suscripción.

Es decir: será más valorado alguien que solo entra a la red social para insultar a oponentes políticos que pague 8€ al mes que un periodista de reconocido contraste que no decida pagarlos. Me alegra no ser el único que lo piensa. De hecho, ya ha empezado a darse el caso de gente que se registra en la plataforma haciéndose pasar por una marca pagando para ser verificada:

Otra de sus decisiones ha sido echar aproximadamente al 50% de la plantilla. ¿El criterio para elegirlos? Entre otras cosas pedir impreso el código escrito en las últimas semanas, de tal manera que es posible que se haya salvado quien lo haya impreso en un papel de más gramaje. Teniendo en cuenta el panorama ya hay quien aventura lo que está por venir en cuanto a mantenimiento y soporte de la plataforma.

En mi caso he decidido darle una oportunidad a Mastodon, una red social europea y descentralizada que es similar a Twitter y donde la visibilidad no depende de lo que estás dispuesto a pagar. Si me quieres leer, nos vemos en mi perfil de Mastodon.

Dos puntos de vista

En las últimas semanas estoy bastante atento a Hotel Jorge Juan, un podcast a tener en cuenta producido por Vanity Fair, presentado por Javier Aznar y patrocinado por la ginebra Seagram’s. Recientemente han charlado con David Jiménez, ex director de El Mundo y autor de «El Director», el libro editado por Libros del KO en el que cuenta su experiencia en las trastiendas del poder desde el punto de vista de responsable de uno de los periódicos más leídos del país.

Memecracia, ventanas de oportunidad y VOX

Hace un par de meses escribí un artículo sobre las ventanas de oportunidad, más concretamente de las que proporciona la tecnología en un momento concreto del tiempo, pudiendo llegar a obtener una ventaja (casi siempre corta y muy táctica) que puede servir como medio a otra fase pero nunca como fin. Y en las últimas semanas hemos tenido un buen ejemplo de ello.

Ventanas de oportunidad

Una ventana de oportunidad es un período de tiempo durante el cual una acción puede ser realizada con un resultado previsto. Una vez este período termina o «la ventana ha sido cerrada», el resultado previsto no es posible.

Wikipedia

Esta tarde la APG ha organizado un maravilloso evento con Ben Shaw, Head of Strategy de BBH London que me ha hecho reactivar un poco más de lo habitual mi lado estratégico. Una de mis últimas obsesiones al respecto en lo referente a estrategia son las ventanas de oportunidad, sobre todo relacionadas con nuevas tecnologías, en las cuales existe un mercado con necesidades no cubiertas que tiende a ir cerrándose hasta que deja de representar una oportunidad en sí mismo. Creo que la enorme rapidez con la que la tecnología evoluciona (ya hemos visto lo que sucede en diez años) nos permite aprovechar ciertas ventanas de oportunidad que, por tanto, requieren de una enorme capacidad de detección antes de que sea muy tarde.

El contexto en el comercio electrónico

(Este artículo forma parte de una serie de reflexiones sobre el contexto como El contexto en los medios)

De unos años a esta parte me encanta ir al cine; comparto con Anabel esa manía de ir al cine solo o con gente de extrema confianza, me parece algo bastante importante. Soy socio de Club Renoir porque si vas todas las semanas al cine tener una entrada a 5€ merece la pena, sobre todo teniendo en cuenta que el proceso de comprar las entradas en pillalas.com es bastante sencillo, incluso desde el móvil. Y el otro día este proceso me hizo reflexionar.

El contexto en los medios

En los últimos meses le estoy dando muchas vueltas a la idea del contexto: cómo a veces cambia nuestra manera de pensar sobre algo dependiendo de la información que tengamos al respecto. Y, obviamente también, a cómo nos afecta a nuestro día a día el hecho de no tener contexto sobre las cosas. La primera de estas reflexiones va sobre cómo afecta el contexto a nuestro consumo de medios.