Pequeño homenaje a Eric Jiménez

Tengo que arrancar este artí­culo diciendo que adoro la baterí­a como instrumento, y que unido a que Los Planetas son una de mis bandas favoritas, este artí­culo puede resultar bastante obvio.

Todo viene porque tengo en mente este artí­culo desde hace tiempo y el disco homenaje de Los Evangelistas a Enrique Morente ha hecho todo lo que faltaba para que me animase a publicarlo. El disco de Los Evangelistas (Lagartija Nick+Los Planetas) me parece sublime y creo que el tiempo lo pondrá en su lugar, que seguro será bien alto, continuando una senda que arrancaron discos como Omega (Lagartija Nick) o La Leyenda del Espacio y Una í“pera Egipcia (Los Planetas).

Y, tení­a en mente este artí­culo, porque Eric Jiménez creo que nunca dejará de asombrarme –en estudio, en directo es otro cantar por factores externos– debido a su increí­ble variedad de ritmos, golpeos y trucos con la baterí­a, lo que le convierte bajo mi punto de vista en uno de los mejores baterí­as de España.

5. Los Evangelistas – Gloria


El quinto, último y no por ello menos honroso lugar de este pequeño ránking lo ocupa Gloria, la canción que abre el disco de Los Evangelistas. Tengo que decir que los dos anticipos que habí­a oí­do del disco de Los Evangelistas no me habí­an convencido, pero en cuanto pude poner el disco me quedé casi hipnotizado por la baterí­a de Eric, que hace una aparición increí­ble, convirtiéndola en absoluta protagonista de la canción ganando la intensidad misteriosa que tení­a en la versión original, incluí­da en el ‘Misa Flamenca’ de Morente.

4. Los Planetas – Reunión en la cumbre


Tuve la suerte en mi vida de poder estar en varias ocasiones con Los Planetas después de alguno de sus conciertos y recuerdo perfectamente cómo, en una de las ocasiones y a altas horas de la madrugada, le pregunté a Eric si en ‘Reunión en la cumbre’ usaba algún doble pedal en el bombo, pues realmente suena muy potente y no terminaba de tener claro cómo hací­a ese ritmo. Lo más sorprendente de aquello fue ver cómo Eric, una vez se terminó de servir un precioso cubata, se dignó, con toda la lucidez del mundo, a mostrarme lentamente cómo tocaba ese ritmo de la canción, algo que de repente se me abrió con toda la claridad del mundo y que me sorprendió, en todos los sentidos: por la simple complejidad y por su lucidez a aquellas horas…
PD: Aquella misma noche conseguí­ que Eric me afirmara que, efectivamente, ‘La Verdulera’ tiene cierta inspiración el ritmo de ‘Rain’, de Los Beatles.

3. Los Planetas – Corrientes circulares en el tiempo


Reconozco que este puesto es probablemente el más personal, porque creo que hay otros temas que podrí­an haber encajado perfectamente en este puesto como ‘San Juan de la Cruz’, ‘Que no sea Kang’, ‘Nunca me entero de nada’, ‘La Guerra de las Galaxias’ o cualquier otra. ‘Encuentros con entidades’ es uno de mis discos favoritos de Los Planetas por sus atmósferas y me encanta cómo Eric acompaña, sin mucha complejidad pero sí­ con un ritmo bastante simpático con el bombo a un tema que requiere silencios, aceleraciones y frenadas, que termina de una manera bastante redonda. Quizá no sea un tema para lucirse, pero sí­ para aportar en el conjunto de la canción. Grandiosa.

2. Los Planetas – La Copa de Europa


No podí­a faltar: el mejor disco de Los Planetas y su mejor canción, la guinda a un pastel que culmina con una obra maestra de 10 minutos, ejecutada a la perfección por toda la banda, pero especialmente por Eric Jiménez, que a la baterí­a se termina luciendo marcando distintos ritmos al final, acompañando a las trompetas y tocando unos ritmos que a mí­ siempre me han recordado a los de los pasos de Semana Santa. Porque creo que ahí­ está la magia de ese disco, en sus múltiples significados: una ruptura amorosa, el problema interno con Florent que tení­a J en aquel momento… y la sensación de toda una penitencia que culmina con una resurrección en forma de canción, en La Copa de Europa, con una baterí­a ceremonial y unas trompetas que terminan un disco sublime. El cierre no podí­a ser mejor.

1. Lagartija Nick con Enrique Morente – Manhattan (First we take Manhattan)


La única canción de Eric tras la baterí­a de Lagartija Nick en este top y es la primera, pues me parece que en Lagartija sus ritmos son bastante simples y sin aportar gran cosa al conjunto (por poner ejemplos: 20 versiones o ‘El Loco’ en el disco de Los Evangelistas). Esta versión de Leonard Cohen me parece increí­ble, especialmente por la complejidad de ritmos a la baterí­a, jugando con el charles, los pedales y haciendo varios ritmos increí­bles acompañando a Morente y a cualquier cosa que se le ponga por delante. Me parece simplemente increí­ble por su dificultad y complejidad.

Yo he visto a Eric en directo en muchos estados –algunos realmente lamentables– y reconozco que en directo no siempre está a la altura, lo cual es una pequeña pega en su carrera, pero sí­ que es increí­ble ver cómo alguien que podí­a haberse echado a perder en KGB ha conseguido ser uno de los baterí­as más admirados de este paí­s.

Y… sí­, me gusta el disco de Los Evangelistas.

Los Planetas – Una ópera egipcia

«Si te quieres venir puedo pasarme a buscarte, si te quedas conmigo para que pueda contarte lo mucho que te necesito, aunque creo que ya lo sabes voy a volver a decirlo: Que te quiero más que nadie, que te sigo queriendo lo mismo para que alivies mis males: señora de mis abismos.»

Los Planetas – Señora de las alturas

Han vuelto, han vuelto esos pesados que menciono cada dos por tres, esos que ponen banda sonora a mi vida, a estos últimos años, esos que aún me siguen emocionando disco tras disco.

Han vuelto Los Planetas, con un disco llamado Una ópera egipcia, pues de esta manera llamaban los gitanos a aquellas obras geniales que se quedan sin superlativos. Se usaba mucho en referencia a La Niña de Los Peines, pero es cierto que nació a raí­z de que a Verdi le encargasen una ópera para inaugurar el Canal de Suez, y aunque se inauguró en El Cairo impactó con su escenografí­a y un vestuario genial, con coronas de oro puro y espadas de plata.

Segundo disco de una etapa más flamenca

Sí­, creo que Una ópera Egipcia puede considerarse de alguna manera una continuación de La Leyenda del Espacio, una auténtica joya que he comenzado a apreciar más y más a medida que ha ido pasado el tiempo por toda la complejidad que entraña.

Es una continuación de la etapa flamenca porque Jota sigue adaptando palos flamencos: alegrí­as, cantes de pizarra de Manolo Vallejo, de La Niña de los peines y de todo un folklore que para gran parte del público de este paí­s -entre los que me encuentro- estaba de alguna manera oculto; yo reconozco haber descubierto algo más a fondo la obra de Camarón desde que escuché por primera vez La Leyenda del Espacio.

Y creo que, pese a todo, sigue siendo genial: si con sus primeros discos me descubrieron a bandas como Jesus and Mary Chain, Mercury Rev, The Smiths, The Troggs, The Byrds o Red House Painters, pues ahora hacen lo mismo pero con el cante andaluz, poniendo a toda esta tradición al mismo nivel que otros grandes artistas internacionales, haciéndonos ver que a menudo no hay que salir de España para encontrar grandes álbumes.

Versionando voy, versionando vengo

En un foro underground de Los Planetas un usuario ha ido colgando los originales flamencos en los cuales los Planetas se han basado para las canciones de sus últimos discos, lo cual en parte también sirve para demostrar que no estamos ante un plagio-versión descarada sino también ante una adaptación de las letras al siglo XX y al lenguaje planetero tradicional, como si de un puzzle se tratase.

Qué me parece Una ópera Egipcia

Reconozco que me gusta más La Leyenda del Espacio que Una ópera Egipcia pero no por ello el segundo me parece malo: sí­ que es cierto que gran parte de los seguidores estamos esperando otro Encuentros con Entidades u otro Super 8, pero dudo mucho de que vuelvan por esos lugares, especialmente por Jota. ¿Conformismo? Quizá.

No obstante, me gustan mucho varios temas del disco, especialmente cuatro temas que van seguidos en el disco: Siete Faroles, que me recordó instantáneamente la primera vez que la escuché a Deberes y Privilegios, No sé cómo te atreves que con La Bien Querida gana mucho especialmente de cara al final de la canción, Señora de las alturas que tiene una letra preciosa (he incluí­do fragmento al comienzo del artí­culo) y también La Veleta con La Bien Querida, un auténtico paso por turmix de una canción de La Niña de Los Peines que probablemente ni ella la reconocerí­a.

Lo que muchos tenemos con Los Planetas supongo que es lo que tienen muchos padres con sus hijos, que pese a todo lo que hacen siguen siendo sus hijos y por ello les siguen queriendo hagan lo que hagan, sea mejor o peor. El fenómeno fan, supongo, aunque siempre quedarán ví­deos para la eternidad:

http://www.youtube.com/watch?v=uOJGyjlZVb8

La importancia de la pose en el rock

Quien me conoce sabe que me encantan Los Planetas desde hace unos años, y creo que cada vez más: ¿las razones? No lo sé, alguien dijo una vez que «Los Planetas son la banda sonora ideal para cualquier persona entre 18 y 35 años» y también Alexliam comentó en su momento que «Da igual lo que estés viviendo, Los Planetas ya lo han pasado antes y tienen una canción sobre ello«.

Pero creo que también, pese a todo, es porque Los Planetas tienen una pose, porque me encanta verlos encima del escenario: Jota impertérrito (o con el puño en alto en Devuélveme la pasta) y un cigarro en la mano, Eric Jiménez aporreando la baterí­a con su particular danza mientras Florent se mueve al ritmo de los pedales de efectos de su guitarra…

Y no sólo me pasa con Los Planetas: me pasa con otras bandas como The Sunday Drivers, los ves encima de un escenario y pareces trasladado a cualquier concierto de los 60: uno con el bajo Rickenbacker, otro con sus melenas… me pasa algo parecido también con Sidonie.

Podrí­an tocar la misma música y ser como cualquier banda estándar, pero no lo son. Love of Lesbian se disfrazan y son unos cachondos mentales encima del escenario, otros que bien bailan también.

¿Es la pose fundamental para triunfar? Absolutamente no, porque si sólo vives de la pose probablemente te quedes como un triunfito más, está claro que tanto Los Planetas como The Sunday Drivers tienen canciones que te llegan ahí­ adentro, que esa pose es sólo un complemento más, pero que a mí­ al menos me gusta en determinadas situaciones.

Probablemente si dejasen de meterse la droga que se meten o Jota empezase a ser simpático con el mundo en general después de los conciertos y no sólo con las mujeres Los Planetas dejarí­an de ser un poco Los Planetas, creo que les da ese halo de algo más que una simple banda de rock, quizá sea eso.

PD: Nunca me cansaré de enlazar 10 razones para respetar a Los Planetas.

viaje a los sueños polares

cuando pesen demasiado
la rutina, el trabajo y la vida en la ciudad
nos iremos en un viaje infinito
con esa tonta sensación de libertad…

family – viaje a los sueños polares

No hay nada como ser un currante como para empezar a apreciar lo que son las vacaciones….y yo me voy a coger unas minivacaciones hasta el Miércoles:

Así­ que por tanto sólo me queda desearles un feliz puente y mucho cuidado por la carretera, que les quiero ver a todos de vuelta ;)

Una semana en el motor de un autobús

De un tiempo a esta parte, gracias a los compañeros del metal de Hipersónica me estoy dando cuenta de la grandeza de un álbum que hasta hace no mucho lo oí­a sólo para tres o cuatro canciones, y que me ha parecido que en conjunto es un álbum redondo, y ahora me explico.

Como el tí­tulo dice, Una semana en el motor de un autobús es el disco del que hablo, sacado en 1998 y de Los Planetas. ¿Por qué digo que es un disco tan redondo? Porque independientemente de su calidad o no creo que hicieron algo tremendamente innovador, que fue aplicarle una estructura al álbum, me explico.

El álbum cuenta la vida de una persona a partir de la ruptura con su pareja hasta su completa «rehabilitación» por decirlo de algún modo, posiblemente algo que le haya sucedido a Jota en su juventud. Para que quien no conozca el álbum se haga una idea, La revista Rockdelux lo eligió como mejor disco de 1998, segundo mejor disco de la década de los 90 y 18º mejor disco nacional del siglo XX, que ahí­ queda eso.

Recomiendo leer un artí­culo fantástico que elaboró mi compañero Probertoj para Hipersónica hace un par de meses titulado 10 años metidos en el motor de un autobús, yo voy a desgranar canción por canción tal como va en el disco después del salto: