De un tiempo a esta parte, gracias a los compañeros del metal de Hipersónica me estoy dando cuenta de la grandeza de un álbum que hasta hace no mucho lo oía sólo para tres o cuatro canciones, y que me ha parecido que en conjunto es un álbum redondo, y ahora me explico.
Como el título dice, Una semana en el motor de un autobús es el disco del que hablo, sacado en 1998 y de Los Planetas. ¿Por qué digo que es un disco tan redondo? Porque independientemente de su calidad o no creo que hicieron algo tremendamente innovador, que fue aplicarle una estructura al álbum, me explico.
El álbum cuenta la vida de una persona a partir de la ruptura con su pareja hasta su completa «rehabilitación» por decirlo de algún modo, posiblemente algo que le haya sucedido a Jota en su juventud. Para que quien no conozca el álbum se haga una idea, La revista Rockdelux lo eligió como mejor disco de 1998, segundo mejor disco de la década de los 90 y 18º mejor disco nacional del siglo XX, que ahí queda eso.
Recomiendo leer un artículo fantástico que elaboró mi compañero Probertoj para Hipersónica hace un par de meses titulado 10 años metidos en el motor de un autobús, yo voy a desgranar canción por canción tal como va en el disco después del salto:
El disco arranca con Segundo Premio, un comienzo brillante, una canción dura y directa que habla de deseos de venganza y todo ese tipo de cosas que le sueles desear a tu pareja si la cosa no te ha ido bien («…y si esto te hace daño / si te puedo hacer sufrir / ha servido para algo / por lo menos para mí… «), brutal.
El segundo tema es Desaparecer, en la que obviamente habla de esa sensación de vergí¼enza cuando las cosas van tan mal que no se ve la salida por ningún lugar, el huír sin dejar rastro para que nadie nos vea después de la ruptura («…cuando no te puedas mantener en pie / y ya no te quede nada por beber / y tengas que volver / y tengas que volver…»).
La Playa habla de los celos, la razón probablemente por la que se haya ido a pique la relación del protagonista del álbum. En la canción se cuenta la historia de la chica, que se va a una playa de vacaciones y ni se acuerda de él, que viaja a donde está ella para ver si está con otro («…el verano que estuviste en la playa / y yo estaba sólo en casa / tú no me llamaste ni una sola vez… «)
Parte de lo que me debes es una reflexión en voz alta sobre esas cosas de las que nos arrepentimos, de cosas que nos recuerdan al pasado y que no hacen más que deprimirnos («…¿lo has sentido alguna vez? / ¿echas de menos algo? / ¿te has arrepentido alguna vez / de haber tenido y de no haberlo dado?… «).
Un mundo de gente incompleta me encanta por el ritmo que tiene, habla sobre la relatividad de todo, la forma de ser de las personas, parece que el protagonista, en medio de su depresión, se pregunta acerca de todo lo que le ha pasado, cómo ha llegado hasta allí y cómo salir de su espiral («…sé tu mismo repetimos una y otra vez / pero para ser yo mismo / ¿cómo tengo que ser?…»)
Ciencia Ficción habla sobre la sensación que tiene el protagonista de que hay más gente que está pasando y sufriendo lo mismo que está sufriendo él y no precisamente por su culpa, sino por culpa de otra gente, de ahí la sensación de venganza rescatada de Segundo Premio quizá un poco («…cuidad vuestros negocios y vuestras familias / porque vamos a mostrar vuestra misma piedad / porque seremos cientos por cada uno de los vuestros… «).
Montañas de basura es otro de los temas del disco que tiene múltiples interpretaciones. El protagonista llega a pensar en el suicidio quizá, o en algo que se deja entrever que es grave, pero no se atreve, en el título se nota explícitamente la situación del personaje, rodeado de montañas de basura y sin muchas ganas quizá de salir y ver la realidad. («…¿qué va a pasar / si no puedo soportarlo? / ¿qué va a pasar si decido dar el paso y sale mal?»).
Cumpleaños total es una canción con un significado bastante sencillo…el protagonista sale con sus amigos y se monta otra realidad para no vivir la vida que le ha tocado vivir, pura autodestrucción («…no será peor de lo que era / no será peor, seguro que es mejor / y aunque juré que nunca más / me acerco hasta el servicio a que me pongan otra…»)
Laboratorio Mágico es el lugar donde el protagonista alivia sus males y encuentra la solución en las drogas. El protagonista se ha vuelto un drogadicto y está contento de estar en esa situación («…estoy seguro, tiene que haber algo / que me ayude a soportarlo / en las farmacias del espacio / en un laboratorio mágico…»)
Toxicosmos es una sensación de que el protagonista parece rechazar las drogas y comienza a mejorar, no quiere volver una y otra vez a lo mismo de siempre («…se acerca a mis oídos / y habla de lo que nos queda por pasar / y estallan los sentidos en colores aún por inventar / está claro : los demás piensan igual / y rezamos para no volver jamás… «)
Línea 1 es un intento de mejoría por parte del protagonista. Contó Jota en su tiempo que el título de la canción es la línea de autobús de Granada que lleva a un barrio bastante conflictivo donde antes vivía Florent (guitarrista) y donde se puede encontrar «de todo». Lo dicho, buenos propósitos, pero vuelve a engancharse («…y después pensé: mejor que no y puse la televisión / subí a pillar un poco más / después de todo esto no está mal… «)
La Copa de Europa es, sin duda alguna, la obra maestra del disco, una canción que representa durante 9 magníficos minutos la felicidad del protagonista: ha pasado por todas las malas etapas posibles y finalmente ha alcanzado lo más grande, la Copa de Europa (Jota también decía que se pudo haber llamado El Primer Premio, en contraposición a El Segundo Premio del comienzo del disco). El final es precioso, precioso, musicalmente y por lo que sientes, te haces partícipe de la felicidad del protagonista («…¿cuánto tiempo he perdido ahí afuera? / cuánto por descubrir en mi cabeza / es tan basto que casi da pereza / casi pienso que no tengo fuerzas / para hacerlo y encontrar dentro de mí / algo nuevo…»). Espectacular, me quedo sin palabras para descubrir esta canción en su conjunto. Me parece curioso que en este tema Eric, batería de la banda (del que soy un fan acérrimo) se marca en un tramo un ritmo de Semana Santa, no sé si pretendiendo decir algo, quizá eso de que «al séptimo día resucitó», acompañado de un himno de trompetas y demás que le dan un tono tremendamente épico a la canción. Me encanta.
En Hipersónica | 10 años metidos en el motor de un autobús
En Wikipedia | Una semana en el motor de un autobús