Vuelve el PP a Galicia

Hoy es lunes, lunes 2 de marzo, y en Galicia tenemos nuevo presidente de Gobierno, Alberto Núñez Feijoo, ganador de las elecciones contra todo pronóstico.

La campaña electoral ha estado tan centrada en echar porquerí­a encima del bipartito que sinceramente yo y creo media Galicia no sabe muy bien del programa electoral de Feijoo, aunque ya he empezado a leer algunas cosas en Chuza! como que pretende derogar el plan eólico y potenciar el gas por Reganosa en Ferrol, bien vamos.

Por lo que me interesa, es decir: el plano tecnológico, pues teniendo en cuenta que las Consellerí­as del PSOE llegaron a acuerdos con Microsoft tampoco habrá mucha diferencia. Habrá que ver el cambio con las Consellerí­as del BNG, que potenciaban y subvencionaban software libre, iniciativas como ManComún en la que estaban integrados proyectos como GalizaID en el que yo mismo participo.

Así­ que ahora mismo la sensación es de sorpresa, o al menos de relativa sorpresa. Ciertos sectores del BNG como Encontro Irmandiño donde participa Xosé Manuel Beiras avisaron hace ya tiempo que la ciudadaní­a no estaba percibiendo cambio, y aquí­ tenemos las consecuencias.

Bajo mi punto de vista personal e intransferible, deberí­an rodar unas cuantas cabezas. En el PSOE ya se ha ido Touriño y teniendo en cuenta el poco sentido común de ese partido harán lo peor: poner a Pepiño Blanco de candidato en 2013. Respecto al BNG pienso que la tarea de encontrar un lí­der si finalmente Quintana dimite será más difí­cil: hoy ya he oí­do nombres como Aymerich, Bieito Lobeira (a priori mi favorito) o incluso Suárez Canal. Nos quedan cuatro años muy interesantes.

(la imagen del artí­culo está cogida de Apocalipse do Porco)

Las siete ubres gallegas

Hace años, en un mitin, José Crespo anunció un censo de vacas en Lalí­n. El compromiso del PP con las vacas es ilusionante. En las últimas elecciones generales Alberto Núñez Feijóo lanzó un mensaje apocalí­ptico: «La vaca es un animal interesante». La frase inauguró un tiempo. Ayer Feijóo, consciente de la gravedad del destino, dio un paso más allá. En la visita a una explotación ganadera de Rois le preguntó al dueño de la granja por qué todas las vacas tení­an nombre de mujer.

No era un chiste. Era una duda alimentada con el paso de los años que probablemente no le dejó dormir durante noches y decidió desempolvarla allí­, en el campo, a tumba abierta. El ganadero fue implacable: «Non lles vou chamar Xulián». Feijóo siempre ha presumido de estar arraigado al rural y públicamente ha dicho que su primer amor era una niña lechera con la que recorrí­a la aldea para hacer el reparto.

En su momento dijo uno que ya sabí­amos que cuando la gente corrí­a delante de las lecheras Feijóo corí­a detrás, pero una vez visto el panorama vaya usted a saber si la leche la ordeñaba de las ubres del buey o la lechera directamente se llamaba Xulián.

Más en Las siete ubres gallegas, otro genial artí­culo del teucrino Manuel Jabois