El problema de la indiferencia

Cuando algo te deja indiferente, normalmente es que hay algo que no funciona. Y si es el caso de algo artí­stico, aún peor.

Anoche tocaban Arcade Fire en Madrid, ni más ni menos que en el Palacio de los Deportes, un lugar reservado a grandes bandas (Shakira tocó el Viernes, por ejemplo), y lo tení­an lleno desde hace ya un tiempo.

El problema de la indiferencia

Pero el problema vino de que me dejaron indiferente, y lo peor es que no he sido el único. Estaba en 3ª fila, los habí­a visto en 2007 y me habí­an gustado… tení­a las suficientes expectativas, que no eran muy altas.

Al salir del concierto escuché de varios amigos (que no todos estaban conmigo en el concierto) declaraciones como:

  • «Nos hemos tenido que cambiar de sitio en grada porque no se escuchaba nada.»
  • «40 euros yo no los vuelvo a pagar por una banda así­.»
  • «Me han parecido un bluf.»
  • «La semana pasada llegamos a llorar de la emoción aquí­ con Interpol, hoy ni mu.»

Y cosas de ese estilo. El problema -creo- es que la prensa, a no ser que seas muy cafre, tocando en un sitio grande como el Palacio de los Deportes, te va a poner bien. Varios de los titulares de hoy: Arcade Fire ofrece un concierto arrollador en un Palacio de los Deportes de Madrid repleto hasta sus lí­mites, Arcade Fire ventila los pulmones de sus fans, Arcade Fire se reivindica como una de las grandes, aunque una de las crónicas llega a destacar que «el cantante de Arcade Fire pidió disculpas por el alto precio de las entradas». Al menos en los blogs musicales se ve un poco más de objetividad y no hablan tan bien del concierto: crónicas en Hipersónica y en Jenesaispop.

Hay aspectos que no voy a negar, como la capacidad de llenar 15.000 asientos o más como el del Palacio de los Deportes con gente coreando tus canciones, pero te quedas con la sensación de que faltó algo. Cuando pagas (otro pastizal) por ver a U2 o a Muse por ejemplo sabes que vas a tener un show asegurado, y que quizá los músicos sean de lo de menos (que no quitan que sean geniales), pero en este caso… me han dejado indiferente.

Lo bueno que es no dejar indiferente

Los teloneros de Arcade Fire. No los conocí­a nadie, al menos de los que iban conmigo. Se llamaban Fucked Up y eran canadienses.

Tres guitarras, un bajo, un baterí­a y un cantante obeso y rapado que era un auténtico frontman, en su absoluta definición: saltó al público, se estampó una lata en la frente, se poní­a a cantar en medio de todos nosotros en las primeras filas…

Y lo que querí­a decir: no me han dejado indiferente. No me gustaba su música pero sé que en dos años me preguntarás por los teloneros de Arcade Fire en Madrid y lo recordaré por aquellos cafres que nos hicieron divertirnos un buen rato, no como el 90% de los teloneros.

Me vino a la cabeza con los teloneros el concierto de los Sex Pistols en 2008 en el Summercase, poder entonar rodeados de miles de almas el No future for me te hace ser partí­cipe de algo un poco inolvidable. No eran los Sex Pistols originales pero tení­an un frontman que no te dejaba indiferente. Unos músicos bastante buenos y un cantante provocador como ninguno, bebiendo y escupiendo Jack Daniels ante el público y unos coros al final del tema brutales:

Y es por todo ello que creo que, en esta vida, musicalmente o personalmente en tus relaciones con la gente, no puedes dejar indiferente al resto.

Las suscripciones de pago en los medios on-line

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En mi caso la suscripción fue un regalo de una persona, tras lo cual me planteé las razones por las que voluntariamente pudiera llegar a contratar una suscripción en ElPais.com, y realmente ninguna me convenció lo suficiente.

¿Por qué cosas pagarí­ais en un medio online? Yo no termino de tenerlo del todo claro, aunque quizá por lo siguiente: Contenidos exclusivos, creo que El Paí­s podrí­a jugar con esa baza estando en un gigante como el Grupo Prisa, ¿no podrí­a accederse a contenidos por ejemplo de audio de la Cadena Ser? Noticias que no aparezcan en otro lugar, y con esto me refiero a noticias de las que no se hagan eco ni en Elpais.com ni en su versión en papel.

Lo cierto es que, tal como están las cosas, pagar 80 euros por obtener apenas nada aprovechable, al menos en mi caso, aboca a los medios a su desaparición. Cierto es que no han funcionado las suscripciones de pago, pero quizá porque tampoco se ha ofrecido nada interesante de cara al público. ¿Qué pedirí­ais vosotros?

La tragedia del Stanbrook

Hoy se cumplen 70 años del final de la Guerra Civil. Unos dí­as antes se produjo la salida del buque Stanbrook del puerto de Alicante, con tres mil personas a bordo camino de Orán, donde desembarcaron todos los republicanos españoles que huí­an del final de la guerra.

Hablan del dí­a de hoy en un especial en Público, en El Paí­s y en Penningstone, que ha decidido publicar un hermoso fragmento de Campo de los Almendros, de Max Aub :

Estos que ves ahora deshechos, maltrechos, furiosos, aplanados, sin afeitar, sin lavar, cochinos, sucios, cansados, mordiéndose, hechos un asco, destrozados, son, sin embargo, no lo olvides hijo, no lo olvides nunca pase lo que pase, lo mejor de España, los únicos que de verdad se han alzado sin nada contra el fascismo, contra los militares, contra los poderosos, por la sola justicia; cada uno a su modo, a su manera, como han podido, sin que les importara su comodidad, su familia o su dinero. Estos que ves, españoles rotos, derrotados, hacinados, heridos, soñolientos, medio muertos, esperanzados todaví­a en escapar son, no lo olvides, lo mejor del mundo. No es hermoso, pero es lo mejor del mundo. No lo olvides nunca hijo, no lo olvides.

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