La gestión de talento con el Barí§a como ejemplo

El año pasado no se presentó al entrenamiento después del partido contra el Sevilla. El entrenador le habí­a dejado en el banquillo para que descansara y el equipo dio buena cuenta del rival en el Camp Nou: 4-0. Nadie reparó en el mosqueo de Messi. Pensaban en el club que se habí­a resfriado o que le habí­a ocurrido un imprevisto cuando al dí­a siguiente no pasó por el estadio. Ocurrió que se habí­a molestado por su suplencia y hubo que aguardar a la mañana siguiente para saber que el cabreo se le fue de la misma manera que le vino, sin saber por qué, como ocurre casi siempre, acostumbrados como están todos a los chispazos de La Pulga.

Los compañeros lo asumen y el entrenador lo consiente, porque forman parte del equipaje. Messi se enfada y desenfada sin que nadie pueda poner remedio, sino que hay que aguardar a que se le pase: La Pulga agacha entonces la cabeza, hace ver como que no ha pasado nada y se reincorpora al grupo sin que nadie le diga nada. Así­ se disculpa. Aceptado.

Un dí­a compareció en el campo con la cucharilla de plástico del café en la boca y no la soltó hasta que se acabó el rondo. Aquel gesto fue interpretado como una señal de que Messi estaba contrariado, porque alguien no le habí­a pasado el balón o quién sabe por qué demonios. Nadie intervino, sin embargo, para saber el motivo. Mejor así­. A veces pasan dí­as hasta que se conoce la causa del mosqueo y, por norma, es a través de uno de sus compañeros más í­ntimos, como Milito. Nunca ha ido a mayores y la gente ya se ha acostumbrado a sus desaires tanto como a sus goles. Cosas de crí­os, caprichos si se quiere de un futbolista cada vez más genial y solidario, entregado a la causa del equipo, el menos egoí­sta seguramente de los divos. La cuestión consiste, simplemente, en ser su cómplice, ganarse su aprobación o procurar al menos que no te coja ojeriza. A Villa, por ejemplo, le advirtieron nada más llegar al Barcelona que se olvidara de competir a goles con La Pulga y a Thiago le tienen dicho que por más artista que se sienta, mejor que le pase al balón a Leo y aguardar a que se lo devuelva, como signo de que ha sido admitido.

Anoche, al ver a Messi celebrar su gol con rabia, no pude evitar recordar este artí­culo: Messi, el niño del campeón.

Cosas que he aprendido en estos años a nivel laboral

Cuando dejas trabajos, cambias tu vida y esas cosas, es cuando sin quererlo empiezas a hacer balance de todo lo bueno, de todo lo malo y de todo lo que has aprendido en este tiempo.

Hace un tiempo publiqué un post llamado Dónde aprender Social Media, que te puede servir muchí­simo si quieres trabajar en estos temas. Este post es un poco más general y a modo de resumen de cosas que he ido aprendiendo, con que le sirvan un poco a una persona me alegraré. Que los disfruten:

Aprende inglés. Es tremendo pero es como si en unos meses todas las ofertas de trabajo pidiesen inglés porque sí­, si quizá no lo necesites en tu trabajo. Pese a todo, tienes que saber inglés, con buen nivel de conversación, porque aunque no sea en tu trabajo directamente sí­ que podrás leer muchas cosas, especialmente si trabajas en temas de Internet.
Aprender inglés no tiene por qué ser un coñazo, quizá sólo ir cambiando hábitos: ver pelis y series en V.O. subtitulada (primero español y luego inglés), viajar a Inglaterra y hacer algún curso allí­, etc. Yo he tenido la suerte de tener unos fantásticos padres agentes de viajes, preocupados porque sus hijos aprendiesen idiomas y viajasen al extranjero, así­ que no me puedo quejar de mi inglés…

Véndete bien. Yo sigo siendo un poco idiota, porque mucha gente a veces me dice «Oye, no me habí­as comentado ésto!«, cuando es algo positivo, creo. A veces es por simple despiste pero otras veces es por tampoco querer destacar. Si tienes cosas que crees que pueden aportar sin duda hazlo saber; a veces un simple detalle puede marcar la diferencia entre dos candidatos en un proceso de selección. Conviértete en una vaca púrpura entre tanto CV de gente.

Aprende a ser profesional. De acuerdo: por tu casa puedes ir en pijama y todo lo que tú quieras, pero ten un poco de cariño por las cosas y por tu vida, al fin y al cabo.
¿A qué me refiero? A currí­culums con fotos horribles, a decir que eres muy bueno con tu blog pero no incluí­rlo en tu CV, a pasar un CV horrible de estilo…
Ser profesional no cuesta mucho, y sin duda marcarás un detalle que, como dije por ahí­, puede ser el detalle que diferencie la persona a la que contraten de la que no. Yo he ido varios años con traje de corbata a un colegio donde te enseñaban algunas de esas cosas que hoy por suerte agradezco saber. Consejo personal: si no estás cómodo en un traje con corbata búscate una buena camisa y punto; es mucho mejor ir cómodo que ir con corbata «porque sí­». Depende de la situación y el momento.

Sé humilde, pero busca un punto medio. Va muy relacionado con lo anterior. Si me encanta Guardiola es por lo humilde que es, aunque a veces se pase y pueda parecer realmente pedante; es muy difí­cil encontrar un punto medio entre ser humilde y venderse bien, pero hay que buscarlo. En definitiva: deja que los hechos hablen más que tus palabras, pero sin duda recuerda mencionar todos tus hechos, porque quizá te estés dejando alguno…

Júntate con los mejores. Cuando entras en una empresa siempre terminas juntándote de gente, al fin y al cabo gente con la que decides tú juntarte, claro. Puedes juntarte con las cotillas y terminar siendo un cotilla, puedes juntarte con gente quemada de su trabajo y terminar quemado tú, juntarte con algunos jefes y terminar siendo un poco trepa o simplemente puedes juntarte con los mejores y aprender, en el esctricto sentido de la palabra. Sin duda alguna sabrás que estás con alguien bueno porque destaca con luz propia, sus hechos le preceden. Creo que las mejores y más importantes cosas que he aprendido en esta vida ha sido de los mejores en las empresas en las que he trabajado. Aprende mucho de ellos, aprovecha la oportunidad (aprovéchalo porque probablemente se irán de la empresa en algún momento, pasa siempre).

Ten apetito. Steve Jobs lo resumí­a en «stay hungry, stay foolish« y creo que no hay frase mejor. Sin llegar a ser «un trepa» creo que siempre hay que tener apetito de hacer nuevas cosas, de buscar una manera distinta de hacer las cosas, de ser más creativo y más ingenioso, lo cual a menudo suele ser inversamente proporcional al presupuesto que tengas. Obviamente todo ésto lo podrás hacer si quieres y si te dejan hacerlo, claro. En el momento en el que pierdas ese apetito no lo dudes, puede que sea momento de replantearse algunas cosas…

Tu carrera es en realidad una maratón. Aquí­ reconozco que yo fallo mucho y es algo que cada vez busco más cambiar, poco a poco. De nada sirve empezar algo con todas las fuerzas del mundo si en realidad no se busca al primero, sino al que mejor lo haga.
í‰sto se aplica en muchas cosas de la vida, pero especialmente en la carrera profesional de cada uno. Tienes que aprender a dosificar esfuerzos, especialmente porque no gana el que primero llega, sino el que más aguanta y mejor lo hace. Ilusionarse está bien, pero a mayor ilusión también puede ser mayor la desilusión. Es una de esas cosas que mejor manejar con cuidado, como si fuese un salero.

Seguro que tú, que estás leyendo este artí­culo, trabajas o has trabajado y has aprendido cosas. No seas tí­mido, cuéntamelo en los comentarios.

La experiencia no es lo que te sucede, sino lo que haces con lo que te sucede

í‰sa frase que tanto me encanta, no me la invento yo, es de Huxley. Hay dí­as difí­ciles, que normalmente son Lunes, y hay Lunes que, además de ser Lunes, son difí­ciles: llevo un fin de semana enfermo en cama y un Lunes un poco a medio gas, por ello y por la vuelta a las andadas de Steve Jobs.

Si hoy fuese el último dí­a de mi vida, ¿querrí­a hacer lo que voy a hacer hoy? Si la respuesta era no durante demasiados dí­as seguidos, sabí­a que necesitaba cambiar algo. (S.Jobs)

Jobs ha vuelto a las andadas, solicitando una baja médica, y tal como andan las cosas, con un nuevo iPad a la vuelta de la esquina y conociendo su particular obsesión por todo ha debido ser grave. Me pone un poco triste porque pese a todo Jobs es de esa gente que admiro, harí­an falta unos cuantos en cualquier empresa. Jobs, que después de fundar Apple fue expulsado por un consejo directivo, fundó otra gran empresa como Pixar, que fue comprada por Apple y le devolvió a su puesto original en la compañí­a, donde procedió a inventar los iPod. El resto ya es historia.

Y como todo Lunes tiene su Martes, toda su tristeza tiene su alegrí­a. Hoy el Barí§a se ha despertado más lí­der que nunca, todo un regalo de cumpleaños para Pep Guardiola, que mañana cumple 40 años, ni más ni menos.

Tenemos metido en la cabeza no traicionar a aquellos que nos enseñaron hace tiempo cómo jugar de una manera. Estoy orgulloso de ello.(Guardiola)

Guardiola es otro tipo al que admiro muchí­simo, no por sus éxitos en el Barí§a (que es lo fácil de admirar) sino por cómo, a lo largo de su vida, se ha ido sobreponiendo a todos los obstáculos que se le iban cruzando por el camino: ascendió de los Juveniles al Primer equipo directamente siendo un chaval más bien enclenque y sin cuerpo, sorteando miles de opiniones contrarias a un Cruyff que necesitaba a gente nueva en el equipo. Guardiola no se dio por vencido cuando le anunciaron un positivo por dopaje, sino que luchó hasta que los tribunales le dieron la razón y lo absolvieron. Dejó el fútbol y se hizo entrenador: llegó finalmente al Barí§a diciendo «No os prometemos ningún tí­tulo, sólo que os váis a divertir«, y no sólo no ganó ninguno, sino que ganó seis.

La vida está llena de gente que se sobrepone a las adversidades, que sabe cuándo dar un golpe de timón a su vida y pensar si está en el momento correcto en el lugar correcto: a ésa gente la admiro. Os dejo dos ví­deos de una fantástica conferencia que tení­a pendiente ver y he visto esta tarde: es más de una hora, así­ que reservar tiempo, pero os aseguro que merece la pena.


El ayer es el nuevo mañana

Hola. Tengo la sensación de que tení­a un poco abandonado este blog, y es que han pasado algunas cosas en todo este tiempo, especialmente que tengo un blog personal «más personal» hecho en Tumblr donde limito a dar rienda suelta a mi ego, porque hay gente que quiere saber de mí­ y ya no sabe dónde leer lo que me pasa a diario en mi vida. Pues ahí­. Lo que pienso sobre el mundo: aquí­.

Y querí­a comentar algo que me tiene un poco preocupado últimamente: la visión cortoplacista en la que estamos instalados. hablo en primer persona del plural porque creo que estamos todos en ello. Todos, no hablo especí­ficamente de mi trabajo: hablo de la clase polí­tica, la empresarial, la sindical…

Creo que de repente me siento parte de una generación que tendrá que pagar una hipoteca a unos bancos que están siendo ayudados por unos impuestos que pagamos todos sin habernos preguntado. En serio, es surrealista. Dos visiones sobre ésto; la primera de Iñaki Gabilondo, que anda meditando la retirada:

Durante su discurso, Gabilondo ha arremetido contra las «realidades financieras» que están «imponiendo doctrinas» y «doblegando la voluntad popular» a las democracias, y ha criticado las medidas contra la crisis económica que se están poniendo en marcha en Europa como si fueran «técnicamente inexorables» cuando, a su juicio, se trata de «ideologí­a pura».

La otra reflexión es de mi hermana Irene:

En fin, el caso es que de una forma u otra, nuestros amigos los polí­ticos de hoy nos lo repiten una y otra vez: hay que apretarse el cinturón. Y por eso te vas a tener que jubilar a los 67, pringadillo, y tenemos que quitarte la beca de guarderí­a, se acabaron las prestaciones sociales, nos vamos a cepillar la ayuda al desarrollo, nos cargamos el ministerio de igualdad, y quién sabe qué más. En ello están estos dí­as, discutiendo hasta que agujero nos apretarán el cinturón, mientras discuten los Presupuestos Generales para 2011.

El proyecto presentado por el Gobierno incluye una serie de gastos imprescindibles en estos momentos: 50 millones para el parque móvil ministerial, otros 50 para comprar 770 flamantes misiles IRIS-T, o 135 para compensar a las pobres concesionarias de autopistas por unos «sobrecostes» indeterminados en las expropiaciones. Y estas cosillas son sólo un ejemplo.

Pero tranquilas, tranquilos: tenemos a la oposición para corregir estas aberraciones. De entre las 3.005 enmiendas, ni más ni menos, presentadas al proyecto del Gobierno, voy a resaltar hoy algunas de las del Partido Popular, en particular 3 que solicitan extender los beneficios fiscales aplicables a la celebración de diversos acontecimientos de excepcional interés público (sic): «Caravaca Jubilar 2010″³, la «Salida de la Vuelta al Mundo a Vela-Volvo Ocean Race, Alicante 2011″³ y el «2014 Año de la Dieta Mediterránea».

Así­ va la cosa. Y lo peor es que ni siquiera hay una alternativa: la oposición no parece mejor y en este mundo de mediocridades nos encontramos instalados. íšltimamente no hago más que encontrar faltas de ortografí­a en rótulos de las noticias, en periódicos… y me imagino esos ambientes de trabajo, inundados por la mediocridad y quizá la rutina. Por cierto, hay una empresa llamada Apple, que creo valora otro tipo de cosas y ya vale tanto como Telefónica, Santander, BBVA, Inditex, Iberdrola y Repsol juntas. Tomemos nota, que algo harán bien.

Y de entre toda esa mediocridad es casi obvio que destaque lo mí­nimamente bueno, como el Barí§a de Guardiola. Yo ya termino, pidiéndoos un favor. Que leáis un artí­culo de Raúl Hernández llamado Un proyecto de 20 años, en el que dice cosas como:

No pude por menos, mientras escuchaba a Guardiola, que pensar en España como paí­s. Inmersos en una crisis de caballo, respecto a la que ya dije hace tiempo (va para dos años) que era enormemente pesimista. Vemos como los polí­ticos se dan por satisfechos (¡manda narices!) con aplicar parches cortoplacistas («a ver si hay suerte»), echar la culpa a los de afuera, cuando no directamente se lavan las manos. Eso los que gobiernan, mientras los otros se frotan las manos esperando a ver cómo caen los rivales como fruta madura para así­ subirse a la poltrona sin aportar nada valioso. Y, con este panorama, aún se quejan de que «no hay confianza en España». ¿Pero qué confianza va a haber? ¿Alguien ha dicho, se ha parado a pensar si quiera, qué idea de España quieren poner en marcha, qué proyecto de paí­s queremos para dentro de 30 años, qué «hoja de ruta» vamos a seguir, a dónde va a apuntar nuestra brújula? Sin eso… ¿qué medidas se van a tomar? Pues las que estamos viendo: reformas superficiales, hechas deprisa y corriendo, un dí­a en un sentido y al dí­a siguiente en sentido contrario… de las que encima se esperan resultados milagrosos. Vamos dando palos de ciego. Así­, ¿qué confianza vamos a generar?

Un proyecto de paí­s. Una idea que poner a germinar. La conciencia de que el corto plazo probablemente no tiene arreglo, que los esfuerzos que hagamos ahora empezarán a dar sus frutos dentro de unos años. Pero si al menos somos capaces de transmitir, tanto al exterior como a nosotros mismos, que tenemos un plan, una estrategia, que sabemos a dónde vamos… empezaremos a dar pasos sensatos, coordinados, orientados. Y la confianza empezará a fluir.

Una vez más me quito el sombrero ante tus artí­culos, Consultor Anónimo.

Humildad

Hemos de tener la humildad para que el tiempo juzgue a este equipo. La inmediatez de la crí­tica no sirve.

Ahora es muy fácil decir qué buenos somos nosotros y qué malos son ellos, debemos dejar que sea el tiempo el que decida.

Tenemos metido en la cabeza no traicionar a aquellos que nos enseñaron hace tiempo cómo jugar de una manera. Estoy orgulloso de ello.

Pep Guardiola. Por ruedas de prensa como la de esta noche envidio su carácter.