Tiempo de Juego y Carrusel Deportivo

Llegó el dí­a D. Llegó el dí­a en el que Tiempo de Juego en la Cadena Cope y Carrusel Deportivo en la SER se ven la caras, frente a frente de una vez por todas. En ElMundo.es han publicado el arranque de Tiempo de Juego en la Cope (con el antiguo equipo de Carrusel) y también el arranque del nuevo Carrusel Deportivo.

Para poner en contexto todo esto diré que siempre he sido un tradicional oyente de la Cadena SER, porque en Pontevedra lideraban la información local y porque me gustaba mucho dormirme con Hora 25 del difunto Carlos Llamas. También me encantaba Carrusel Deportivo, tan fan hasta el punto de visitar los estudios de Carrusel Deportivo en 2006.

¿Cómo veo todo ésto? Acabo de oí­r los dos arranques y sinceramente, no tiene color. Tiempo de juego es el Carrusel de toda la vida y Carrusel Deportivo se ha vuelto uno de esos programas secundarios que existí­an cuando existí­a Carrusel, que era un poco un quiero y no puedo, un intento de ser Carrusel pero que no llegaba a serlo.

Y aún por encima, ponen a Juanma Ortega a dirigir Carrusel Deportivo; un personaje que creo que no soy al único al que no le cae especialmente bien, por cosas que ha ido diciendo y por su manera de ser. He visto con especial atención el arranque del nuevo Carrusel y me ha decepcionado muy mucho, falta muchí­simo carisma en ese equipo. Quizá sea cosa del rodaje, pero la gente creo que no va a tener especial paciencia.

Creo que mis tardes de fin de semana pasarán a Tiempo de Juego, y no seré el único. No sólo por la fidelidad a ése equipo sino porque, simplemente, me parecen mejores. Ya sin entrar en cuenta el trato que les ha dispensado el Grupo Prisa llamándoles individuos y todo lo que le ha sucedido alrededor. La gente escuchaba Carrusel para entretenerse y éso ahora es Tiempo de Juego. Punto.

Cada vez escucho menos la Ser, y me preocupa un poco: José Ramón De La Morena cada vez me parece más sectario, Carles Francino y Javier Casal sí­ que se salvan un poco y Hora 25… Hora 25 ha perdido un poco sin Carlos Llamas y algún otro que ya no está en el debate, como Carlos Mendo. Pese a todo, supongo que seguiré siendo oyente de la SER salvo en deportivos, que ahí­ poco van a tener que rascar.

¿Habéis escuchado los arranques de los dos programas? ¿Qué haréis?

Las suscripciones de pago en los medios on-line

Actualmente tengo una suscripción de pago a ElPais.com y que cualquiera puede obtener pagando, si no recuerdo mal, 80 € anuales. Los beneficios con:

  • Poder navegar por ElPais.com sin publicidad, si bien es algo que se puede conseguir gratuitamente usando por ejemplo AdBlock Plus con Firefox.
  • Poder obtener en PDF cualquier ejemplar de El Paí­s, entero o por secciones.
  • Acceso a Le Monde y la descarga de las ediciones del NYTimes y en ingles del I.H.Tribune
  • Acceso a un visor para poder leer El Paí­s sin descargarlo.

Durante un tiempo para acceder a los contenidos de El Paí­s en la web habí­a que ser suscriptor, si bien ya no y por tanto podemos acceder gratuitamente a la sección El Paí­s Diario. Por tanto, ¿Cómo esperar que funcionen las suscripciones de pago en los medios on-line?

En mi caso la suscripción fue un regalo de una persona, tras lo cual me planteé las razones por las que voluntariamente pudiera llegar a contratar una suscripción en ElPais.com, y realmente ninguna me convenció lo suficiente.

¿Por qué cosas pagarí­ais en un medio online? Yo no termino de tenerlo del todo claro, aunque quizá por lo siguiente: Contenidos exclusivos, creo que El Paí­s podrí­a jugar con esa baza estando en un gigante como el Grupo Prisa, ¿no podrí­a accederse a contenidos por ejemplo de audio de la Cadena Ser? Noticias que no aparezcan en otro lugar, y con esto me refiero a noticias de las que no se hagan eco ni en Elpais.com ni en su versión en papel.

Lo cierto es que, tal como están las cosas, pagar 80 euros por obtener apenas nada aprovechable, al menos en mi caso, aboca a los medios a su desaparición. Cierto es que no han funcionado las suscripciones de pago, pero quizá porque tampoco se ha ofrecido nada interesante de cara al público. ¿Qué pedirí­ais vosotros?

Carta a Carlos Llamas

Hola Carlos,
Sinceramente, me cuesta empezar, y ya no digo escribir esta carta. Si algún recuerdo tengo de mi infancia-adolescencia es de Hora25 por las noches y, lógicamente, de tu voz.

No sé de dónde me vino esa afición desmesurada a la radio, especialmente a la Ser, creo que quizá de mi abuela, con la que escuchaba alguna vez el «hablar por hablar» en su casa cuando apenas era un renacuajo.Recordar Hora25 contigo es recordar muchí­simos momentos que he vivido en cama escuchándote.

Recuerdo aquel Noviembre, cuando yo cumplí­a 14 años el dí­a 13 y en Pontevedra estaba lloviendo una barbaridad, mientras que en la costa una bomba llamada Prestige estaba a punto de explotar, manchándonos las manos de negro en O Grove unos dí­as después, recuerdo aquel programa desde Galiza.

Recuerdo aquel viernes de Marzo, en el que el dolor se subió a un cercaní­as en Atocha, y Hora25 fue un llanto colectivo suplicando la verdad. Recuerdo mucha gente a la que tuviste que despedir. Recuerdo la muerte de Haro Tecglen, colaborador del programa y niño republicano. Son demasiados momentos que me vienen a la cabeza.

Fuiste la voz que me durmió demasiadas noches, la que me acompañó hasta el sueño. Recuerdo el dí­a que te conocí­ en Madrid, en la salida del metro en Gran Ví­a, recuerdo tus palabras y tu voz en aquel momento, sorprendidas cuando te conté mi relación con Hora 25 y ese «dirige Carlos Llamas». Volviste hace un tiempo, pero algo dentro de mí­ me dijo que no serí­a lo mismo. Caronte ha decidido llevarte, que te vayas con él, antes que otros que no se queman con el fuego que echan por sus micrófonos, una lástima.

Ahora te vas, y tendrá que dormirme tu recuerdo.

í“la Carlos,
Sinceramente, costa empezar, e xa non digo escribir esta carta. Se algunha lembranza teño da miña infancia-adolescencia é de Hora25 polas noites e, lóxicamente, da túa voz.

Non sei de ónde me veu esa afición desmesurada pola radio, especialmente pola Ser, creo que cicais da miña avoa, coa que escoitaba algunha vez o «hablar por hablar» na súa casa cando apenas era un rapaz. Lembrar Hora25 contigo é lembrar moití­simos momentos que vivin na cama escoitándote.

Lembro aquel Novembro, cando eu cumplí­a 14 anos o dí­a 13 e en Pontevedra estaba chovendo unha barbaridade, namentras que na costa unha bomba chamada Prestige estaba a punto de estoupar, manchándonos as mans de negro no Grove uns dí­as despois, lembro aquel programa dende Galiza.

Lembro aquel Venres de Marzal, no que a dor se subiu a un cercaní­as en Atocha, e Hora25 foi un choro colectivo suplicando a verdade. Lembro moita xente á que tiveches que despedir. Lembro a morte de Haro Tecglen, colaborador do programa e rapaz republicano. Son demasiados intres que me veñen á cabeza.

Fuches a voz que me durmiu demasiadas noites, a que me acompañou ata o sono. Lembro o dí­a que te coñecin en Madrid, na saí­da do metro en Gran Ví­a, lembro túas verbas e túa voz naquel intre, sorprendidas cando te contei miña relación con Hora 25 e ese «dirige Carlos Llamas». Volviches fai un tempo, pero algo dentro de min dí­xome que non serí­a o mesmo. Caronte decidiu levarte, que te vaias con il, antes que otros que non se queman co fogo que botan polos seus micrófonos, unha lástima.

Agora te vas, e terá que durmirme teu recuerdo.