Fantongo, ganas de sangre

Hay cosas muy feas en este mundillo de Internet -y más en España- que me duelen un poco aunque desde que no estoy trabajando en agencia tengo la sensación de que me son, aunque sea un poco, más ajenas. Me refiero al caso de Fantongo, porque me parece flagrante y lo he hablado con varias personas que piensan parecido.

Vamos a ver: una marca hace un concurso -ya no me meto en su contenido y valoración, podrí­a dar para otro post- y por lo visto han hecho tongo adjudicando los ganadores. Sinceramente, sigo sin tener muy claro todo lo que ha pasado, incluso visitando la página, así­ que no me voy a meter mucho con el hecho.

A lo que quiero ir es a lo siguiente: Como pasa a menudo últimamente -por desgracia- una marca tiene una metedura de pata y la blogosfera se tira de los pelos, me hace un poco de gracia leer Twitter: ¡No volveré a comprar Fanta en mi vida! ¡No saben lo que hacen! ¡Muerte a Fanta!

Los que llevamos unos años en los blogs recordamos los primeros casos de bloggers contra marcas, los más antiguos que yo recuerde en España son Microsiervos e Ikea (2005), Dans y Air Europa (2006) y también el de Manu Contreras y Dell (2007). A donde quiero ir es que, a 2-3 años pasados esos incidentes, ¿Alguien los recuerda? ¿Ha cambiado nuestra percepción sobre la marca por ello? ¿Hemos dejado de comprarles?

Creo que hay que tener un poco de perspectiva y dejar de mirarse al ombligo. De acuerdo que si una marca hace mal las cosas como parece haber sido se debe comentar, pero en su justa medida. He llegado a leer verdaderas barbaridades.

De acuerdo que está bien denunciar a una marca si lo hace mal y es razonable la queja, si no somos juez y parte en competencia o similares, pero como hemos podido comprobar con los casos anteriormente comentados no nos pasemos de listos. Nos irá mejor en el futuro.