Buscando algún cine céntrico llegué a unos cines en Príncipe Pío, los Cinesa del Centro Comercial.
Reservé la entrada a través de internet (2,50€ de gastos de gestión, olé tú Servicaixa) y allí me fui a algo llamado «Asientos VIP». Creo que costaba 1 euro más, y como soy un curioso de esas cosas lo quise probar; también diré que sufro de la espalda y supuse encontrarme algo cómodo.
Llego a los cines, 30 minutos antes de la hora de comienzo de la película, con mi entrada impresa, esperando que abriesen las puertas 30 minutos antes -creí que era un estándar éso- pero resulta que no, así que allí tengo que estar de pie esperando, contemplando un cartel que ponía «Esperen», hasta 5 minutos antes de la hora de comienzo de la película que ponía en mi entrada. En fin, me dan las gafas (pagadas de antemano por otro €, me hace gracia que luego tengan contenedores para que se las devuelvas) y entramos a la sala.
Y allí, los asientos VIP: 3 filas de asientos centrales, con unas butacas más amplias. Ya está, punto, nada más. En fin, allí me siento y descubro que la butaca está desanclada y se mueve más que una mecedora; compruebo con mi mentalidad de provincias que no es algo típico de los cines de la capital -igual es una feature– pues el resto de asientos parecían no moverse. Comienzan los dolores de espalda, de estar de pie tanto tiempo y del asiento bailón.
Llega la hora de comienzo de la película por la entrada y siguen los anuncios, y siguen: Cinesa, Iberia plus, Cinesa, etc etc etc… la película comenzó 15 minutos después de la hora estipulada por la entrada. Soy una persona que adora la puntualidad y por ende odia la impuntualidad como es este caso, lo cual me obligó a salir 15 minutos más tarde de la hora que había pensado salir del cine, tenía que hacer unas compras después.
Total, termina la película y allí yo con mi cabreo de la espera, el asiento y los anuncios me dirijo a las taquillas para reclamar. En mi trabajo en las oficinas de Telepizza tengo que lidiar muy a menudo con clientes que se quejan en redes sociales y sé lo que es, así que por una vez que cambian las tornas…
En taquilla me dicen que tienen mucho jaleo, que vuelva a la entrada porque allí tienen cerca a un gerente. Vuelvo, otros 5 minutos de pie esperando mientras buscan al encargado, le comento la situación, entramos en la sala (con gente sentada en la butaca de nuevo) y comprueba que es cierto, la butaca está mal. Me pide las disculpas y me devuelve el precio de la entrada, salvo los hermosos 2,5€ de gestión que se queda Servicaixa.
En fin, me hago varias preguntas:
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- ¿Así es como queréis acabar con la piratería? ¿Pagando 13 euros por una entrada de cine y haciéndome tragar 15 minutos de una publicidad que además retrasa la hora de inicio marcada en la entrada?
- ¿Por qué le llamáis VIP cuando de VIP no tiene nada? Lo comentaba en Twitter: los clientes potenciales de algo así preferimos pagar 2 ó 3 euros y tener algo de calidad que pagar 1 euro como este caso y sentirte estafado. ¿Qué podrías ofrecer? Unos asientos para esperar, por ejemplo, una barra de bar cercana, atención personalizada, aviso de la hora de comienzo real de la película…
No me quejo del trato de Cinesa, que han visto el problema y lo han solucionado bien, sino de un producto pésimo, realmente pésimo. La próxima vez volveré a los Cines Renoir o, si quiero una pantalla grande a Kinépolis; la última vez que estuve no estaba tan mal, al menos guardo una buena imagen.