Un blog corporativo es siempre la mejor opción

En Internet Advantage tengo que lidiar a diario con empresas que quieren estar en internet, o estar más si tienen una presencia ya creada, casi siempre en redes sociales y por algún empleado que le ha visto el futuro a Internet.

Y al final, a grandes lí­neas, todo se trata de redes sociales: campañas, presencia, funnels, KPIs, ROI y demás historias. Cuando escuchas a gente de empresas siempre los comentarios son más o menos parecidos: «He oí­do algo de Twitter«, «creo que en Facebook podemos hacer algo…«, ¿y en los blogs? ¿has pensado en los blogs?

Creo que el problema del «eclipse de los blogs» en el ámbito corporativo es que las redes sociales han llegado después y que han canibalizado en parte las noticias quitándole espacio a los blogs.

Pero, sin duda alguna, los blogs están más vivos que nunca, y la serie de artí­culos sobre el Estado de la Blogosfera 2010 en Bloguismo son buena prueba de ello. Te aconsejo también leer mi artí­culo en el blog de Internet Advantage sobre cómo nos ha ido en los primeros meses con un blog corporativo, estoy orgulloso.

Algunos entonces os preguntaréis: ¿Y entonces por qué las empresas no se montan un blog corporativo? Las ventajas a priori son grandes: todo el contenido lo alojas tú y no en terceros (Facebook,etc) aunque obviamente te abras a la conversación en la blogosfera y en los comentarios, aporta un valor claro a largo plazo en tu empresa…

Pero claro, también es más costoso: puedes poner a una persona al cargo de tu blog, o en el mejor de los casos establecer un plan para que mucha gente de distintos departamentos de tu empresa colabore en el blog corporativo. Pero es que también creo que los beneficios a largo plazo son mayores: mira el caso de Petrobras.

Los que llevamos unos años en internet hemos visto ya el nacimiento y el ocaso de muchas modas: el ICQ, el IRC, el Messenger, Myspace…

Creo que los blogs han conseguido dar un paso más allá en su versatilidad y convertirse en una herramienta tremendamente poderosa, plantéatelo.

(A modo de curiosidad, este artí­culo lo he escrito entero desde Evernote en mi iPhone, en un descanso inspirado mientras leí­a «Y Google,¿Cómo lo harí­a?» de Jeff Jarvis, en un tren de Madrid a Salamanca, el libro está realmente bien).