Enfrente de mi nueva casa hay una parra, pegada a un balcón: es el balcón de la Casa Museo Unamuno en Salamanca porque Unamuno vivió ahí, en la antigua casa rectoral de la Universidad de Salamanca.
Unamuno compuso un soneto llamado «A la parra de mi balcón», dedicada a la parra que veía el escritor vasco cada vez que se sentaba a escribir en una de las estancias de su casa, y que a día de hoy aún sigue existiendo y se puede visitar (de hecho es uno de mis rincones favoritos de Salamanca).
Así que hoy, como tengo un día bastante unamuniano, os dejo con el soneto:
El sol de otoño ciernes de mi alcoba
en el ancho balcón, rectoral parra
que de zarcillos con la tierna garra
prendes su hierro. Y rimo alguna trovaen ratos que el oficio no me roba
á tu susurro, de esta tierra charra
viejo eco de canción. No irán á jarra
cual las que sufren del lagar la soba,parra de mi balcón, tus verdes uvas;
para mi mesa guardo los opimos
frutos del sol de otoño bien repletos;no quiero que prensados en las cubas
de vino se confundan mis racimos
y con ellos se pierdan mis sonetos.