Este fin de semana estuve en Barcelona, viendo el Barcelona – Madrid (tengo pendiente una crónica, dadme algo de tiempo que ando escaso) y quería comentar un poco por encima algo que me sorprendió un poco, a ver si me explico.
Estuvimos dando una vuelta por el Mercado de la Boquería, curioso lugar donde uno encuentra mucho más fácilmente un jamón Joselito que en Salamanca, y me pareció curioso encontrar mucha más fruta de la normal. Hacía tiempo que no iba por allí, pero me pareció curioso el ver los envases preparados (con un tenedor pequeño de plástico) para que uno se los pudiese llevar a la oficina.
Otra cosa que me chocó fue el ver por el Barrio Gótico muchos puestos-bares especializados en zumos de fruta triturada: de muchos tipos y preparada al instante. Antes se podía ver alguno, uno o dos a lo sumo, pero creo que llegamos a contar al menos ocho en el paseo toda la tarde. Bien es cierto que en Estados Unidos (especialmente en Nueva York) todo lo ecológico está de moda, en parte también gracias a la llegada de Obama a la presidencia y su pequeño «huerto urbano», pero me chocó verlo tan cerca, en Barcelona.
Pregunta que hago a los barceloneses: ¿Era ya habitual o es una moda de los últimos tiempos? Me ha parecido una idea curiosa pero a la vez genial, yo que siempre me quejo de la poca disponibilidad de comida para llevar a la oficina en mercados o ultramarinos…