El problema de los contactos en redes sociales

De un tiempo a esta parte me preocupa una cosa en las redes sociales y que nunca antes habí­a sentido, es algo que me pasa especialmente en Twitter y Facebook.

Vamos a ponernos en la piel de un usuario de una red social, ¿A quién añadimos como amigo? ¿A quién esperamos admitir como amigo en una red social?
En mi caso, veo que en Facebook creo andar alrededor de los 600 contactos, y en muchos casos no los conozco ni en pintura. De hecho el otro dí­a tuve que hablar con Berto Yáñez porque tení­a 20 contactos en común con él y yo sólo conocí­a a sólo 3 ó 4.

Por tanto, siento que me ha añadido mucha gente en Facebook que me conoce imagino -pero que tampoco se presenta, alguno incluso sin foto ni contactos en común- y que espera que la acepte como amigo.

Todos hemos hecho eso alguna vez -yo confieso que con alguna gente que no sé si me conocerá la he añadido como amigo- pero ahora que me veo al otro lado me he puesto a reflexionar.

El problema se deberí­a reducir a ¿Para qué usamos las redes sociales, nos conviene tener a gente que no conocemos?

El otro caso es el de Twitter, donde poco a poco me sucede algo similar, y llegué a tener a 500 personas -muchas de las cuales no conocí­a- leyendo todo lo que yo poní­a.Y bueno, en algún caso no sólo leyendo sino incluso intentando poner en duda y rebatirme cosas que yo comentaba de mi propia vida, como me sucedió ayer con @gabilondo en Twitter y al que terminé por bloquear.

¿Qué he hecho? Pues simplemente poner mi cuenta cerrada y sólo permitir que me lean la gente que sólo a mí­ me apetece que me lean. Llámame idiota o lo que prefieras, pero yo lo llamo intimidad, y no me sentí­a nada cómodo de la otra manera. En el momento de este texto sigo a 192 personas y me siguen 244, un dato más ajustado a la realidad y con el que me siento a gusto. He tenido varias solicitudes de gente que he rechazado por simplemente no conocer, y si eres alguno de ellos pues lo siento simplemente: ojalá tenga el placer de conocerte y me apetece que leas lo que yo diga.

Espero haberme explicado bien, porque creo que es un poco complicado, y el tema este de la intimidad en internet me viene preocupando bastante, llegando a ser una de las razones de las vacaciones blogueras a partir del 1 Marzo. Y no sé si hacer la misma limpieza en Facebook, o simplemente no publicar ni decir ciertas cosas en Internet, pero entonces… ¿para qué lo hemos creado?